 No lo entiendo, siempre había pensado que la gente pagaba por las cosas que hacía, pero ¿y esto qué significa? Es decir... ¿Por qué sonríes? No deberías, ¿por qué me importa aún que lo hagas? Me siento como la bruja sádica de la historia, esa que pide que gimas y solloces, que pases lo mismo que yo, que te retuerzas en el piso, mirándome con gesto de arrepentimiento. Me he convertido en una mariposa roja, pero gracias a la sangre que ha pintado mis alas. Fuiste tú quien me transformó, mas han sido mis pasos los que me han hecho avanzar. Tu estímulo, mi grandeza. Y por eso ahora, mientras leo aquellas palabras, no puedo evitar sentir desprecio de mí misma, porque sé que ahora soy otra, pero una otra contaminada, que no puede dejar de recordar lo que pasó una vez, lo que pudo ser... y tú aun así sonríes ¿Dónde está tu castigo? Si la justicia existieras estarías ya a diez metros bajo tierra, al igual que lo están mis sentimientos de bondad y honestidad actualmente. Sin embargo luego llegará el día en que sea yo la que sonría, por mí y por ti, es decir por tu caída. Etiquetas: no-publicados, original 0 comentario(s) / agrega un comentario. |
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Un ladito del ciber espacio para bonita literatura y otra no tan bonita pero hecha con cariño y esfuerzo.  |
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