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La no-historia de la chiquilla de ojos despectivos.;
miércoles, 20 de octubre de 2010,10/20/2010
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La música danza en el salón, llenándolo con sus hermosos pasos y sus movimientos suaves. La habitación se vuelve una especie de contenedor de vidrio, que situa y a la vez reprime a la bailarina.
La chiquilla de ojos despectivos observa con cuidado el lugar, la brisa, producto del desplazamiento de la música, le llega al rostro y debe entre cerrar los ojos. Está pensando, analiza lo que se encuentra a su alrededor, porque sabe que si se levanta de la silla debe ser exclusivamente para cumplir con lo que desea. No puede arriesgarse a dar pasos en falso, no debe gastar su saliva en cosas que podrían resultarle nefastas, sólo tiene que avanzar con un propósito y logarlo, como sea… incluso si es que son otros los que le llevan y facilitan su final.
La música ha terminado, la bailarina ha desaparecido en el viento y la noche consume con su boca oscura toda la habitación.
La chiquilla de ojos despectivos observa el piso, como si buscara una respuesta en la alfombra de hilos. Todo el mundo ha marchado y ella continua sentada allí, pensando en que quizás hubiera sido agradable haber bailado al centro, entonar aquella melodía de ritmo alegre o conversar con la gente que se había reunido cerca de la pileta. Sin embargo era tarde ya, lo suficientemente tarde para que unas lágrimas de amargura resbalaran por sus rojas mejillas.
—Nadie vino… —murmuró.
Se refería a que nadie intentó pararla, ni convencerla de que cambiase de actitud, nadie le ayudó, nadie le hizo el camino, para que ella sólo caminase sin ensuciarse…
El sonido que inunda el lugar son los sollozos.La chiquilla de ojos despectivos está en el piso y se tapa el rostro con las manos. La sangre cae por su oído y sus ojos. Era su final… el final de una historia que no se alcanzó a escribir.Etiquetas: no-publicados, original
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